23 marzo 2012

Tu familia es primero



Una de las preguntas más comunes que me he encontrado es la siguiente:

¿Cómo balanceo mi rol como esposo/padre y mi rol ministerial?

La respuesta es muy sencilla. No se balancea. La familia SIEMPRE es prioridad y debe prevalecer por encima de cualquier cosa. Este artículo es primordialmente para hombres. Las mujeres deben buscar a un hombre que entienda esto.

Vamos a ver 3 versículos que nos van a ayudar a ver esto a la luz de la Biblia.

1 Timoteo 3:1-5

Este verso habla de los requisitos para ser anciano. En el idioma original la palabra es episkope que significa cualquier persona con un cargo de liderazgo en una iglesia. Tú, como director de alabanza, pastor, músico, coordinador, ujier o lo que seas, tienes un cargo de liderazgo.

La siguiente declaración es digna de confianza: «Si alguno aspira a ocupar el cargo de anciano en la iglesia, desea una posición honorable». Por esta razón un anciano debe ser un hombre que lleve una vida intachable. Debe serle fiel a su esposa. Debe tener control propio, vivir sabiamente y tener una buena reputación. Con agrado debe recibir visitas y huéspedes en su casa y también debe tener la capacidad de enseñar. No debe emborracharse ni ser violento. Debe ser amable, no debe buscar pleitos ni amar el dinero. Debe dirigir bien a su propia familia, y que sus hijos lo respeten y lo obedezcan. 5 Pues, si un hombre no puede dirigir a los de su propia casa, ¿cómo podrá cuidar de la iglesia de Dios?

De entrada vemos 4 cosas:

  1. Si uno quiere ser líder en la iglesia o tener un ministerio, hay 3 condiciones que deben seguirse en orden de prioridad. Integridad personal, tu esposa, tu familia.
  2. Tu primer ministerio es tu integridad personal.
  3. Inmediatamente después es tu esposa
  4. Inmediatamente después es tu familia

Ahora, podrás decir, yo no soy casado ni tengo hijos, esto no aplica para mi! La realidad es que uno es esposo aun antes de casarse. Uno se prepara para el matrimonio desde el momento en que nos empieza a gustar el sexo opuesto. Si tu no estas casado, tu enfoque es tu integridad personal la cual se refleja en fidelidad a tu futura esposa (evitar adulterio), vivir sabiamente (estar metido con Dios y su palabra y buena reputación (respeto a tus lideres, ayudar al que menos tiene).

Efesios 5:25-27

Esposos, amen a sus esposas, así como Cristo amó a la iglesia y se entregó por ella para hacerla santa. Él la purificó, lavándola con agua mediante la palabra, para presentársela a sí mismo como una iglesia radiante, sin mancha ni arruga ni ninguna otra imperfección, sino santa e intachable.

Tenemos un verso que establece prácticamente lo mismo. Tu deber es amar a tu esposa como Jesús ama a su iglesia. Que hizo Jesús? Se entregó completamente por ella. Esto nos da dos conclusiones:

  1. Tu función primera es entregarte por tu esposa
  2. Tu función NO ES entregarte por tu iglesia. Alguien ya lo hizo, Jesús.

¿Qué significa amar a tu esposa? Eso lo sabes tú mejor que nadie, pero ahí te van una ideas:

  • Tiempo
  • Trabajo
  • Comunicación
  • Compromiso

Ahora, podrás decirme que Jesús habla también de que la mies es mucha y los obreros son pocos, no puedo dedicarle menos tiempo a la iglesia! Ese verso en Lucas 10 habla de compartir el evangelio y el mensaje de la gracia de Dios. Eso se hace todos los dias en el trabajo, la escuela, en el café, en donde sea. No confundamos la misión del cristiano (ser luz) con el trabajo ministerial.

Mateo 16:18

Yo te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi iglesia, y las puertas del reino de la muerte no prevalecerán contra ella.

Los católicos usan este verso para establecer el ministerio papal, sin embargo, Jesús se refería no a Pedro directamente, sino al significado de su nombre, roca, lo cual nos dice que la iglesia esta edificada en la roca de la salvación y el mensaje de la cruz.

Este verso también nos dice que quien edifica la iglesia es Dios, no nosotros. El verso no dice: y sobre esta piedra edificarás mi iglesia. El verso dice que DIOS MISMO edificará la iglesia y cualquier distracción de tus deberes familiares son engaños del enemigo que, con la idea de que debemos balancear nuestra vida familiar con nuestra vida ministerial nos confunden y consumen. El final del verso dice: las puertas del reino de la muerte no prevalecerán.

Conclusiones

  • Tu primer ministerio es tu integridad personal, tu esposa y tu familia. Tus horarios ministeriales deben acomodarse a tus horarios familiares, no al revés. Necesitas establecer un día a la semana para tener una cita con tu esposa y otro día para tu familia. Necesitas tener una regla familiar de que a partir de x hora, los teléfonos se apagan, la computadora se apaga y es tiempo para la familia.
  • No estoy diciendo que abandones el ministerio, estoy diciendo que no puedes dejar que el ministerio sea más importante que tu familia.
  • Tu integridad personal está unida a tu primer ministerio que es tu esposa o futura esposa.
  • Si necesitas tomarte un descanso o reestructurar tus horarios, platícalo con tu esposa y definan un plan. Es probable que ella quiere ayudarte y decirte que no es necesario porque sabe que tu amas el ministerio. No se lo permitas. La Biblia nos instruye a nosotros los hombres a cumplir nuestros deberes primero.
  • Cuando tengas tu plan, habla con tu pastor o lideres al respecto explicándoles el motivo de tu decisión. Cuando lo hagas, explícale también que tú consideras que tu prioridad es tu matrimonio. Un pastor bueno debe entender esto y apoyarte en tu decisión. Si por el contrario tu pastor no te apoya y no lo entiende, estas en la iglesia equivocada y necesitas congregarte en una iglesia que entienda que la familia es primero.

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