Generalidades para lograr un buen sonido
Cuando se habla de un buen sonido, parece que todos apuntan
con los cinco dedos al sonidista. E incluso cuando hay un concierto en donde
alguna banda abre el evento, el sonido no es tan bueno como cuando le toca el
turno al artista principal de la noche. Parece como que por arte de magia el
sonido cambia, todo es diferente. Muchos relacionan directamente el cambio del
sonido simplemente con el cambio del sonidista, pero en realidad influyen otros
factores. Aquí enumeramos lo más general
al respecto: 1. La calidad musical de la banda, 2. El Backline o equipo usado,
3. Condiciones acústicas del auditorio, 4. La calibración del sonido, 5. El
sonidista.
1. La calidad musical de la banda
El sistema de sonido no es más que un amplificador de lo que
una banda está tocando, una persona está cantando o hablando. Un factor
importante para lograr un buen sonido es precisamente la calidad de la música
que se ejecuta, el nivel técnico de cada músico, los arreglos musicales, el
acoplamiento en general. Por ejemplo, es imposible generar un buen sonido con
una guitarra desafinada, un coro desacoplado, arreglos musicales mal planteados
o por ejemplo, la mala afinación o mala
ejecución de una batería.
La calidad musical de la banda va directamente relacionada
con lograr un buen sonido. El sonidista está para amplificar y mezclar el
sonido que la banda produce, no para hacer milagros.
2. El Backline o equipo usado
Otra gran responsabilidad para lograr un buen sonido recae
en el equipo usado, tales como: Batería, Bajo, Guitarras, Amplificadores,
Consolas, Parlantes, micrófonos y otros elementos empleados. No basta sólo con
que los músicos y cantantes sean excelentes, el sonido también depende del
equipo. De ahí la importancia de saber invertir cuando se adquieren nuevos
equipos o instrumentos, es vital contar con la asesoría necesaria para ello.
3. Condiciones acústicas del auditorio
Como dice un viejo proverbio: “No se le pueden pedir peras
al olmo”. No podemos esperar lograr un buen sonido si el auditorio no lo
permite. Definitivamente la adecuación acústica del lugar es un factor de mucha
importancia. Se debe procurar tener el auditorio en las condiciones más
óptimas.
El sonido es un fenómeno totalmente físico, se trasporta a
través del aire como algo tangible que si encuentra espacio para rebotar, se
devuelve como si fuera una pelota de tenis, pero convertido en eco. El lugar
debe contar con el tratamiento adecuado para que las ondas puedan generarse y
desvanecerse de manera correcta sin generar ecos molestos y acumulación de frecuencias no deseadas.
Si bien la adecuación ideal para la acústica de un auditorio
podría significar una inversión económica importante, existen algunos métodos
artesanales que nos podrían ayudar a lograrlo con bajo presupuesto obteniendo
buenos resultados y conservando la estética del lugar.
4. La calibración del sonido
Cada lugar y cada equipo usado tienen sus particularidades
específicas. Por lo cual, cada sonido en cada iglesia necesita ser calibrados
de acuerdo a sus características propias. Este es un tema que incluso podría
ser desconocido para muchos, pero es algo vital a la hora de pretender lograr
un buen sonido. Por ejemplo, es muy común encontrarse con la situación en que
estamos ecualizando un micrófono para algún instrumento o cantante y a veces no
sabemos que hacer porque en ningún punto encaja el nivel y color deseado, esto
podría deberse al estado y calidad del micrófono, a la calidad de la consola o
de los parlantes, pero recaen también muchas sospechas a la falta de
calibración. Este procedimiento se realiza solo una vez, y es hecho por un
profesional especializado en el tema,
alguien que cuenta con el conocimiento
y equipos necesarios para ello. La calibración del sonido es básicamente
la configuración general de los equipos en relación a la respuesta acústica del
auditorio y las necesidades requeridas.
Una gran parte del éxito al lograr un buen sonido depende de
la calibración del mismo.
5. El sonidista
La persona encargada de controlar el sonido es otro factor
de mucha importancia en el camino de encontrar un buen sonido. Además de estar
lo suficientemente capacitado, este actúa como uno más de la banda, debe
conocer cada detalle de las canciones y el color deseado para cada instrumento.
Es importante que el técnico de sonido tenga una excelente relación con el
resto del grupo, e incluso, si fuese posible estar presente en los ensayos de
la banda y asistirlos, sería de gran utilidad para que tenga en cuenta todos
los detalles posibles. Es muy útil si el técnico de sonido es músico o al menos
tenga un conocimiento básico al respecto, esto le daría más facilidad y empatía
con la labor que realiza.