A) Obediencia
“Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros” 1 Samuel 15:22.
El libro de Samuel registra la vida de Saúl, un rey de Israel que desobedece el mandato de Dios dado a través de su profeta. En el 15:9 Saúl decide hacer lo que considera correcto, pasando por alto las palabras de Jehová, acción que lo llevaría al final de su reinado sobre Israel. Por otro lado, Dios comienza a mirar el corazón de un hombre sencillo, dispuesto a obedecerle en todo tiempo, un hombre que lllegaría ser el rey sobre Israel, el dulce cantor de Israel: David.
“Y vendrá sobre ti todas estas bendiciones y te alcanzará, si oyeres la voz de Jehová tu Dios” Deuteronomio 28:1-14.
La obediencia a Dios y a los que Él mismo ha delegado autoridad (padres, líderes espirituales, autoridades, etc.), vendrá acompañada de abundante bendición y prosperidad en nuestras vidas, en el ministerio y el propósito de Dios para cada uno de nosotros.
B) Lealtad
“Nadie debe cargar el arca sino los levitas” 1 Crónicas 15:2.
Éxodo 32:26 narra acerca de la lealtad de la tribu de Leví (que significa “estar pegado”) para con Dios al unirse a Moisés, por esta razón Dios los elige para servir en la casa de Jehová. Necesitamos lealtad en el ministerio, estar unidos en espíritu al Señor, para poder juntos, unánimes, cumplir con los planes de Dios para su iglesia.
C) Un corazón de siervo
La palabra siervo indica un verbo, no un sujeto, en otras palabras acción, no existen títulos o posiciones. Siervo es también por definición “aquel que ejecuta los proyectos de otro”, en este caso se trata de cumplir la voluntad de Dios, los proyectos o planes que Él quiere que llevemos a cabo.
“El que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que de vosotros quiera ser el primero, será siervo de todos” Marcos 10:36-37.
Jesús era un hombre de acción y no sólo de palabras: lavó los pies de sus discípulos, sanó enfermos, atendió al necesitado, se despojó de su gloria con este propósito, tomar la forma de siervo y mostrarnos su amor. Del servicio al liderazgo. Los líderes en el Antiguo Testamento eran descritos en todo tiempo como siervos de Dios y de su pueblo. David primero cuidó de las ovejas de su padre, atendió las tareas que le habían sido encomendadas, después fue llamado a servir delante del rey Saúl, más tarde es ungido como rey de Israel por el profeta Samuel. En el Nuevo Testamento podemos encontrar a Felipe, quien primeramente es llamado a servir a las mesas, después de pasar por esta prueba de servicio, Dios lo levanta en otra etapa de su ministerio, lo vemos predicando con denuedo, sanando enfermos, etc. Hechos 8:4-8.
D) Es humilde.
El siervo humilde reconoce su total dependencia de Dios, no busca el dominio de sus colaboradores, sino que aprende a darles valor por encima de sí mismo (Salmo 10:17; Proverbios 3:34; 29:23; Romanos 12:3 y 16).
En la versión la Biblia al Día dice: “No se consideran mejor de lo que son; valórense de acuerdo al grado de fe que Dios le ha permitido” Romanos 12:3.
E) Es de espíritu entrañable.
El Apóstol Pablo, paso parte de su vida capacitando líderes, un ejemplo claro se manifiesta en la relación de Pablo con Timoteo. Dios ha puesto ministerios y gente apta sobre nosotros para capacitarnos en la tarea que Dios nos ha encomendado hacer, y para ello necesitamos de un espíritu humilde y dispuesto a aprender de otros. 1a Timoteo 4:12-16.
F) Un estilo de vida santificado.
Para poder ministrar a Dios Santo, necesitamos de una vida santa,
“Sed santos. porque yo soy santo, dice el Señor”.
Antes de iniciar su ministerio, los levitas tenían que pasar por una ceremonia que incluía: Rociar agua de la expiación sobre ellos. Rasurar todo su cuerpo. Lavar sus vestiduras.
Efesios 5:25-27 nos habla de como a través de Jesucristo hemos sido santificados y limpiados, pero no debemos dejar de renovarnos día con día a través de la Palabra de Dios y la oración, para mantener una comunión constante con Él.
G) Amor hacia la casa de Dios.
En Números 3:15, 23, 29 y 35 leemos que los levitas vivieron más cerca del tabernáculo de Dios que cualquier otra tribu. Cuando amamos algo, nos es muy fácil actuar en favor de aquello que amamos, en el sentido de servir en la casa de Dios, debemos alegrarnos de ser instrumentos a su servicio, ya que cada cristiano es templo del Espíritu Santo, nuestra actitud debe ser de constante adoración a Dios: Romanos 12:1-2.
H) Lleno del Espíritu Santo.
“No os embriaguéis con vino en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu Santo” Efesios 5:18-19.
Buscar la plenitud del Espíritu, debería ser la actitud normal de todo ministro y aún de todo creyente. Un ejemplo lo tenemos en el apóstol Pedro, en su vida se presentan tres etapas: 1. Como discípulo de Jesús, era impulsivo por naturaleza, otras veces tímido y en otras cobarde (Juan 18:15-18). 2. En la segunda etapa, después del derramamiento del Espíritu Santo, el día del Pentecostés, Pedro recibe el Espíritu Santo, convirtiéndose así en un hombre capaz de conducir a la iglesia con audacia y firmeza (Hechos 2). 3. El tercer período queda marcado con un trabajo humilde y perseverante de un hombre que busca de la llenura del Espíritu día con día. Esto queda registrado en las dos epístolas de Pedro. Tomando el ejemplo de la vida de Pedro, podemos darnos cuenta de la importancia que tiene buscar la llenura de Espíritu en nuestras vidas.
I) Ejercita los dones y frutos del Espíritu.
Andar en la plenitud del Espíritu, nos da la oportunidad de ejercer los dones del Espíritu y a manifestar el fruto del Espíritu abundantemente en nuestras vidas (Gálatas 5:22-23).
J) Virtud Musical.
Ser excelentes en la técnica musical, era un sello del tabernáculo de David. 1. Quenanías fue puesto en el canto porque era entendido en el mismo (1 Crónicas 15:22). 2. Los músicos en el tabernáculo de David fueron instruidos en los cantos del Señor y eran aptos (1 Crónicas 25:7). 3. Se exhorta tocar para el Señor con destreza, con habilidad (Salmo 33:3; 137:5). 4. David era un hombre apto para interpretar música. Fue llamado por el rey Saúl porque muchos conocían que era muy bueno tocando su instrumento. Siendo ungido por el Señor y a través de todo su peregrinaje de fe, compuso gran parte de los salmos que fueron usados para (aun en la actualidad) para rendir alabanza a Jehová. 5. Los levitas no sólo tocaban música, escribían música, el libro de los Salmos registra un buen numero de composiciones de los levitas (1 Crónicas 16:4).Todo aquel que ha sentido un llamado para el ministerio de alabanza, debe buscar una mayor preparación espiritual y musical, tanto para edificación de la Iglesia como principalmente para ofrecer a Dios una alabanza digna a su Nombre.
“Nadie debe cargar el arca sino los levitas” 1 Crónicas 15:2. Éxodo 32:26 narra acerca de la lealtad de la tribu de Leví (que significa “estar pegado”) para con Dios al unirse a Moisés, por esta razón Dios los elige para servir en la casa de Jehová. Necesitamos lealtad en el ministerio, estar unidos en Espíritu al Señor, para poder juntos, unánimes, cumplir con los planes de Dios para su iglesia.
Tema aportado por el hermano COpp3r.!
Dios los bendiga
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