25 noviembre 2009

Venciendo el temor antes de dirigir la alabanza

Perdón por el tiempo que no actualice el blog, pero estuve muy ocupado.
Ahora aquí hay un tema muy interesante sacado de directordealabanza.com

Venciendo el temor antes de dirigir la alabanza.

Son las 10:25 a. m. y ya es tiempo de subirse a la tarima o plataforma. Empiezan las mariposas y comienzo a sentirme un poco ansioso o nervioso otra vez. Disfruto estar en el equipo de alabanza ¿pero esa sensación que siento realmente vale la pena?

¿Es este tu caso? ¿Te ha pasado que estas a punto de subirte a la plataforma y deseas realmente correr por la puerta de atrás? Bueno, no te preocupes porque este es un sentimiento normal para muchos miembros del equipo de alabanza en los servicios del domingo en la mañana. De hecho si haces un censo popular, hablar o cantar en público es el temor más grande para muchas personas.

Ansiedad de interpretación o "miedo escénico" como muchos le llaman, se manifiesta de diferentes formas. La primera es probablemente la más común, experimentas sensaciones muy intensas justo antes de la interpretación pero desaparece al corto tiempo de haber empezado a cantar. Esta ansiedad no dura mucho tiempo y es usualmente algo positivo que de hecho te prepara para la interpretación. Esto puede convertirse en una fuente de energía que mejora tu rendimiento. Si este es tu caso, creo que esto es sano en general. Prefiero esto a tener exceso de confianza.

El segundo tipo de temor escénico es también común y más "reactivo" que sólo tener un sentimiento de ansiedad o temor. Esto ocurre como resultado de una preparación insuficiente, carencia de habilidades de interpretación o experiencia como miembro del equipo de alabanza. La mejor manera de vencer esto es a través de la práctica, preparación y constancia como miembro del equipo. La exposición repetida a cualquier actividad disminuirá naturalmente la ansiedad.

El tercer temor común, cuando se trata de interpretar en público, es el temor al rechazo. Este puede mostrarse como nervios de pre-interpretación menores o signos más obvios y es caracterizado por manifestaciones físicas negativas como la incapacidad para funcionar, ataque de pánico, temblor sin razón, sed aguda y repentina, sudación intensa, etcétera.Si experimentas síntomas menores o mayores tienes que saber que éstos vienen porque pones un estado mental que dice que el auditorio te juzgará y te encontrará inferior. Si es así, tienes que tener una mirada clara de quién es nuestro auditorio. Hablaré de esto en un minuto.

Si te identificas con el segundo o tercer temor mencionado anteriormente, estás tratando con el verdadero miedo de interpretación; sin embargo, no importa cual sea tu circunstancia, el hecho es que lo que sientes es real y necesitas un camino para vencer con regularidad el miedo de interpretación.

Un suave recordatorio: Veamos quién es la fuente de nuestra fuerza. Cuando Moisés y los israelitas cantaron al Señor en Éxodo 15:2 cantaron lo siguiente; "El Señor es mi fuerza y mi cántico, Él es mi salvación. Él es mi Dios y lo alabaré, es el Dios de mi padre y lo enalteceré." Ahora, ya que estamos hablando del servicio de alabanza, esto debería ser obvio, sin embargo he aprendido que muchas veces hay un hueco enorme entre estas palabras en nuestros labios y la posesión de ellas en nuestros corazones. Me apego a versos como el anterior porque esto habla de la fuerza en el contexto de canto. Él es MI FUERZA Y MI CANCIÓN. Aunque yo piense que somos rápidos para tirar sólo escrituras como la única respuesta al problema, pienso realmente que un recordatorio sutil aquí es necesario. Realmente podemos hacer todo por Él que me da la fuerza...

La cuestion de preparación: Este es verdadero y hasta me causa una buena cantidad de ansiedad antes de un servicio de adoración. Me doy cuenta de que esforzándome para la excelencia y haciendo todo para la gloria de Dios me mantiene bajo una cierta cantidad de la tensión sana. Para este segmento asumiré que el líder de alabanza ha hecho su parte y el equipo se ha preparado obteniendo las partituras o cifrados y que han tenido un buen tiempo de ensayo. Incluso con esto, hay tiempos en que no nos sentimos listos para cantar o tocar el domingo por la mañana. Pienso que pasamos mucho tiempo en la preparación de servicio (la música) y no bastante tiempo en la preparación personal. Esta es nuestra propia preparación mental y espiritual.

La preparación mental reduce el miedo escénico: Después de que los ensayos y la prueba de sonido se han hecho es tiempo para enfocarse. Aquí encuentro que es realmente importante enfocarse en la tarea que tengo frente a mí y en el Señor. Una cosa que me recuerdo a mí mismo es cual es mi PAPEL en el servicio. He estado utilizando la palabra "interpretación" aquí, pero recordemos que no estamos interpretando para la gente, lo hacemos para Dios. Nuestra relación con la congregación no es de artistas sino de promotores. Debemos apoyar allí la experiencia de adoración con música instrumental y canto. Somos promotores de un diálogo entre Dios y su pueblo.

Reconoce las distracciones: Hay cosas que se añaden a nuestro estrés como líder de alabanza o como miembro del equipo. La primera es la búsqueda del servicio perfecto. Hay situaciones que suceden que están completamente fuera de nuestro control, no hay razón por qué enojarse con alguna persona por esto. Recuerda que Jesús dio su vida por la humanidad por lo tanto esta bien ser humano.
La búsqueda de la excelenciay el deseo total de ser eficaz también pueden ser una distracción. Aspiramos a la excelencia porque queremos dar a Dios lo mejor. Queremos que la gente tenga una buena impresión del Señor al cual servimos. Esa es la motivación correcta de seguro, pero no hacemos que Él sea más grandioso por nuestra excelencia. Otra vez un recordatorio de cual es nuestro papel es bueno. Recientemente escuché a un pastor referirse a su expresión de adoración como "belleza cruda". Me gusta mucho esto porque quita la presión. Intentaremos hacer lo mejor pero si algunas veces no sale bien Dios será glorificado en el hecho de que lo intentamos.

El mejor reductor de miedo es la preparación espíritual: Lo primero es empezar con oración, pero no puedo detenerme aquí, tengo que hablar acerca de la oración. Si soy completamente honesto tengo que decir que nuestras oraciones algunas veces son muy superficiales, apuradas y repetitivas cuando oramos antes de adorar. Como en cualquier actividad que repetimos semanalmente, tendemos a orar por cosas por las que no deberíamos estar orando. He empezado a pedirle al equipo de alabanza que empezemos nuestra oración con unos segundos de silencio. Esto ayuda como un tiempo para "encontrarnos a nosotros mismos", SÍ, dije a NOSOTROS MISMOS. Dios está interesado en nosotros como personas primero y creo que es vitalmente importante enfocarnos o centrarnos a nosotros mismos en la presencia del Señor. Echándo una buena mirada a nuestro corazón ayuda a bajar el nivel de tensión. Hemos ensayado, aprendido las canciones, ensayamos las transiciones musicales y mientras tanto ejecutemos todo esto tal y como lo planeamos el resto está en las manos de Dios.
Y realmente, aunque no lo hagamos como lo planeamos, el resto aun queda en las manos de Dios. Creo que algunas de las mejores preparaciones espirituales vienen de Salmos 139:23-24
"Examíname, oh Dios y sondea mis pensamientos. Fíjate si voy por mal camino y guíame por el camino eterno".

Estando en contacto con Dios de esta manera hace muchas cosas en mí. Primero que todo me abro por completo a su poder o a lo que algunos llaman "la unción". Como sea que le llamemos el punto es que Su poder y trabajo en el servicio, es mucho más importante que lo que yo haga. También me permite que me abra a la guianza del Espíritu Santo. Esto se aplica a todas las áreas de mi vida. Como director de alabanza yo quiero escuchar esa voz en todo momento que Él me quiera hablar. Como miembro del equipo me permite ver mucho más claro lo que Dios está haciendo durante nuestros tiempos de adoración a través de la música, y finalmente me permite quitarme la presión de interpretación para cumplir con mi papel de sirviente.

Como ves no es tan importante que tan bien canto o toco sino que tan bien he preparado la mesa de tal manera que Dios pueda interactuar con su pueblo de una manera real y tangible.

Escrito por John Chevalier
Traducido y editado por Gherman Sánchez